Cómo curar tu tatuaje

Lo que necesitas saber

Curación de tatuajes: proceso, cuidados, y técnicas.

Lo primero es lo primero

Ya pasaste las etapas: ¿qué?, ¿cómo?, ¿dónde?, y ¿quién te iba a tatuar?, has pasado por el estudio y tu artista favorito hizo lo que hacía tiempo pensabas, pero no todo es jolgorio aun queda la etapa de la curación, que es una parte bien importante para que tu tatuaje luzca con todo su esplendor.

Etapas de la curación

Cuando nos tatuamos tenemos que tener en cuenta que es una herida atípica a las que estamos acostumbrados y su comportamiento nos puede sorprender y preocupar. Pensar que es muy similar a una quemadura solar, nos puede ayudar a comprender sus etapas. 

Así, es totalmente normal que los dos o tres primeros días nos pueda estar molestando, con inflamación, rojez y algo de picor. Sobre los seis días la piel comienza a despellejar toda la epidermis que resulto dañada a la hora de hacerse el tatuaje y “nos pelamos” de forma parecida a si nos hubiéramos pasado de tiempo bajo el sol.

Cabe destacar que si el tatuaje es pequeño y fino no notaremos esta etapa de despellejarse, al contrario de un tatuaje con grandes superficies tratadas donde la piel que se renueva se verá del mismo color que la tinta, pues fue “teñida” en el proceso. Es muy fácil saber cuándo acabamos esta etapa pues durante ella sea cual sea el tatuaje el picor puede ser intenso, cuando éste cese sabremos que ya tenemos algo de nueva epidermis.

Formas de curación de un tatuaje recién hecho
Cuál usar en cada caso

Consultas y dudas

Tengamos siempre en cuenta que el profesional del tatuaje que nos realizó el trabajo, sabrá cual es la mejor forma para que su técnica cure adecuadamente. En caso de dudas y preguntas lo mejor es planteárselas siempre a tu tatuador de confianza.

Por otro lado debemos evitar todo lo que sería auto aconsejarse. Por muchos tatuajes que tengamos, el tatuador tiene a sus espaldas más tatuajes realizados que los que una sola persona puede llevar encima. En todo caso comentarlo con él antes de improvisar las curas.

Cosas en común para todas las curaciones

Desde nuestra humilde opinión, experiencia, e investigación vamos a aconsejar que la curación dure las dos semanas que comentábamos anteriormente.

Lo más importante a la hora de curar un tatuaje es la higiene, debemos mantenerlo siempre bien limpio y en el caso que lo requiera, protegido del entorno, normalmente con un plástico adecuado. 

Nunca debemos rascar el tatuaje por mucho que pique, podemos como solución aplicar frio seco (hielo en un plástico o superficie no áspera).

Limpieza de un tatuaje

Cuando sales del estudio, seguramente lleves un plástico o si el tatuador lo considera oportuno lo habrá dejado al aire. Pasada una o dos horas, con las manos bien limpias, debes retirar y tirar el plástico aplicado y limpiar el tatuaje con abundante agua tibia y una pequeña cantidad de jabón PH neutro, luego sécalo con servilletas no reutilizables de papel, como puede ser el papel de cocina, teniendo en cuenta, que en ningún caso usaremos algo que pueda dejar partículas, como podría ser las toallas de tela, papel higiénico, etc. 

Una vez hecha la limpieza ya si pasaríamos a uno de los distintos tipos de curaciones:

🟣 Curar el tatuaje con crema

Esta forma suele ser la que más aconsejamos a los clientes, pues es la que sirve para más tipos de tatuaje y pieles. 

Consiste en que después de limpiar y secar como hemos dicho antes (hipevinculo limpieza de un tatuaje), con la yema de los dedos y las manos limpias aplicaremos una finísima, muy finiiiisima capa de crema, como si la crema costara más que el tatuaje. La aplicaremos mediante punteo evitando frotar mucho la zona, y cuando la crema esté en puntitos por todo el tatuaje ya podremos hacer pequeños y suaves círculos para terminar de extenderla. Repetiremos este proceso de dos a tres veces al día, durante las dos primeras semanas.

Nota 1: en el caso de habernos excedido en la cantidad de crema es aconsejable presionar levemente con un papel similar a los del secado, para que absorba el sobrante y volver a masajear un poco la zona para terminar de extenderla.

Nota 2: es importante que el tubo de crema no toque la piel ni se llene de sangre u otros fluidos, pues estos fluidos pueden echar a perder toda la crema, por lo que la pondremos siempre en el dedo y luego en la piel, nunca con contacto directo.

🟣 Curar con empapadores, curar en seco un gran tatuaje

Esta técnica puede sorprendernos de lo eficaz que es en tatuajes con una gran superficie tratada, y en personas que suelen sangrar o supurar mucho. 

Consiste en que tras hacer la limpieza y secado, (hipervinculo arriba) pondremos en la zona un empapador, fijado con esparadrapo, éste gracias a su capacidad de absorción, impedirá que la sangre, y otros compuestos se adhieran a la piel y formen una gran costra, dejando a la vez al tatuaje respirar y curar de una forma más conveniente.

Dependerá de nuestro tatuador aplicar o no, pomada en la zona antes de poner el empapador, y los tiempos de éste dependerá de nuestra supuración, pudiendo dejarlo hasta un máximo de un día e irlo cambiando durante los tres primeros días, para luego seguir con la pomada.

Nota: esta técnica la podríamos intercalar con cualquier otra para proteger nuestro tatuaje del sol, ya que éste queda cubierto  y con un nivel adecuado de hidratación.

🟣 Curar el tatuaje con apósitos “segunda piel”

Esta técnica es la más actual que explicaremos, la más fácil y cómoda de llevar a cabo. En algunos estudios como el nuestro ya disponemos de esta técnica de curación, que se basa en que después de limpiar y secar la piel (hipervinculo arriba) ponemos un apósito, que consta de tres partes: una posterior de papel, que retiramos dejando al descubierto una cara pegajosa, que pondremos sobre el tatuaje empezando por el centro y con cuidado hacia los lados, para evitar burbujas; una vez bien pegado, retiraremos la parte superior normalmente trasparente y con apertura en el centro, para dejar una fina lámina llamada en el gremio “segunda piel”. Esta es transpirable y lleva todo lo que a nuestra piel le hace falta para ayudar a la regeneración además de protegerla. 

Este proceso tiene un tiempo variable, de uno a tres días por apósito. Normalmente el primero se deja un día, el segundo dos y el tercero tres, es decir, cinco o seis días son suficientes en esta fase de la curación. El resto de las dos semanas aplicaríamos una crema específica.

Para retirar el apósito, usaremos abundante agua tibia o fría ya que normalmente queda muy bien fijado a la piel y si lo hacemos en seco podemos dañar la zona tratada.

Aconsejamos este tipo de curación cuando la persona tatuada está de paso, y le es más difícil llevar el tipo de curación con crema, o cuando el tatuaje por su finura y tamaño sabemos que va a supurar poco, pues si es un tatuaje muy grande pueden crearse segregaciones hemáticas: cámaras de sangre, linfa, suero… entre la piel y el apósito, lo que sería contraproducente.

Nota: este tipo de curación es muy popular en verano, pues da la opción de ir a la playa incluso de darse cortos baños, eso sí, siempre evitando el sol en la zona. No obstante a ciertos tipos de piel que necesitan de mas drenaje puede sentarle mal y picar en exceso o llegar a salir un pequeño sarpullido por los bordes del apósito, en ese caso con retirarlo limpiarlo y dejarlo secar unos 60 minutos antes de aplicar la pomada sería suficiente para notar alivio y una progresiva mejora.

🟣 Curar en seco un tatuaje

Esta técnica seguramente no te la aconsejemos, nuestro estudio está en pleno centro de Sevilla y es una ciudad durante largo tiempo calurosa. Dicho esto dejamos entrever que hacen falta unas bajas temperaturas para que esta técnica sea apropiada, además de un tatuaje no muy trabajado con sombras o rellenos. Dependiendo de la temperatura podremos curar con ella hasta tatuajes con bastantes sombras, pero la evitaremos en tatuajes que tengan grandes zonas tratadas con color solido.


Se trata simplemente de llevar a cabo la limpieza y secado, dejando después el tattoo al aire. Por raro que pueda parecer el frio tiene el papel de aliado en estos casos, sellando la piel e impidiendo que el pigmento o nuestros fluidos escapen, haciendo así una función parecida a la crema. Sin embargo, una baja temperatura puede resecar nuestra piel. En tal caso si sería aconsejable usar al menos una vez al día la pomada especifica.

Mitos sobre la curación de un tatuaje

Tengamos en cuenta que algunos mitos tienen una base de realidad por lo que si nuestro tatuador nos recomienda llevar o no llevar a cabo alguno de los siguientes deberíamos tenerlo en consideración:

Hacer o no hacer ejercicio

Dependerá del tipo de tatuaje y sobre todo de la zona. En muchas ocasiones al tatuaje se lo trata como una intervención quirúrgica, y no es para nada parecido, no se nos pueden saltar los puntos, aunque si tenemos una gran área tratada, es posible que los estiramientos no sean aconsejables. En todo caso el sudor nunca es aconsejable y está en nuestra mano saber cuánto sudamos en la zona tatuada, y si ésta es una de las partes como el torso o articulaciones que tienen una gran capacidad elástica, deberíamos evitar el deporte. En un pequeño tatuaje en el antebrazo, por ejemplo, no haría falta. y siempre limpiándolo después de realizar ejercicio.

el pelo

En muchos casos nos preguntan si el vello vuelve a crecer, la respuesta es un sí rotundo, las agujas de tatuar no deben llegar a la profundidad a la que se encuentra el cabello por lo que no daña su raíz y éste sigue saliendo con normalidad.

Etapas de la curación

Muchas veces por nuestro tipo de piel el tatuaje puede verse más claro o grisáceo. Excluyendo la perdida obvia de intensidad tras el día de la realización, nueva epidermis no teñida nacerá sobre nuestro tatuaje lo que evidentemente lo somete a un filtro, no obstante podemos aclarar esta epidermis aplicando no más de 1 vez al mes una generosa capa de crema hidratante después de la ducha y envolviéndolo en un plástico apretado contra la piel para estimular su absorción de 15 a 60 minutos, dependiendo de la temperatura exterior, siendo 15 minutos cuando estamos sobre 35 grados y 60 minutos cuando hace mas frio, sobre 10 grados.

El sol, aun siendo nuestro dios de vida y alegría, todos sabemos lo nocivo que puede llegar a ser para nosotros y  para los colores, aún más ahora donde el ser humano ha dañado la capa de ozono que nos protegía ;(. 

Igual que cuidamos nuestra piel para no pillar un melanoma, también es aconsejable tener gran cuidado con los tatuajes pues por la exposición prolongada al sol, independientemente de si tiene dos meses o 20 años, el color va perdiendo lustrosidad, puesto que aunque nuestra piel se regenera, no regenera el color artificial que una vez le dimos.

El vello corporal en ciertas zonas puede ser muy abundante, y aún siendo fino y rubio puede hacer que percibamos nuestro tatuaje con menos definición y detalles. Bastaría con deshacernos de él para que nuestro tatuaje coja de forma inmediata fuerza renovada.

Nuestra piel refleja nuestra salud, en términos que una buena alimentación nos ayudará a que ésta se vea brillante, esto hará que sea más traslúcida y por ende el pigmento también se vera más intenso. Lo mejor es tener una alimentación variada rica en vitaminas naturales y con pocas carnes rojas.

Complicaciones o reacciones de un tatuaje y sus soluciones

Un tatuaje bien realizado no es más que una herida superficial, y hecho en las condiciones e instalaciones correctas no tiene que conllevar ningún riesgo, es mucho más peligroso un arañazo de tu gato que nuestro nuevo tatuaje, no obstante hay cosas que al ser una herida atípica nos pueden preocupar.

Costra blanca

Debido a la hidratación no es más que eso. La pequeña costra que se forma en el tatuaje no es dura como las que estamos acostumbrados, simplemente porque la estamos hidratando con la crema.

Picor intenso

Nunca debemos estimular el tatuaje frotándolo ni rascándolo, añadiendo así posibles complicaciones por las suciedad que conllevaría rascarlo con las uñas. Para aliviar este picor lo mejor es aplicar frio seco, se trata de bandas de frio o un hielo cubierto con una superficie no rugosa e impermeable como puede ser un plástico para enfriar la zona pero no sobre hidratarla ( buscar algún sinónimo de agua la zona)

Alergia a las tintas de tatuar

Sería muy raro, casi imposible generar una alergia al pigmento del tatuaje a los años de tatuarse, pues este se encuentra recubierto de macrófagos que lo mantienen aislado del cuerpo, pero si no sabemos si somos alérgicos antes de hacernos un tatuaje, aún siendo una alergia rara, podemos pedir que nos hagan una prueba de alergia en el centro de tatuaje en que posteriormente nos gustaría tatuarnos.

¿Se me formará un queloide?

En este punto debemos decir que si el tatuaje está con tratamientos de relleno, aunque también puede pasar con las líneas, y la persona usuaria es propensa a generar este tipo de cicatrices es posible que se formen y tenga un poco de relieve al curarse, sin más alarma de la estética.

Nota: A veces podemos confundir el queloide con un pequeño volumen causado por el alojamiento del pigmento bajo la piel.

Supuración viscosa

No es nada que en principio deba preocuparnos, solo son fluidos que el cuerpo manda para curar la herida o simplemente fluyen por el cuerpo y se escapan por las perforaciones hechas al tatuar.

La piel está tirante y persiste en el tiempo

A veces tatuajes con una gran superficie tratada y normalmente los que llevan un color sólido, aunque con sombras también puede pasar dependiendo del tipo de piel, pueden llevarse semanas tirando un poco, es algo normal, y tras las dos primeras semanas ya si podríamos aplicar una película fina de crema hidratante, una vez cada dos días para ayudar a la flexibilidad de la nueva epidermis.

Inflamación en ciertas épocas de año

“Se me inflama el tatuaje donde hay tinta roja”. Los pigmentos del tatuaje son todos distintos dependiendo del color y alguno como el rojo, tiene una gran densidad y tamaño, esto implica que al darles el sol o recibir calor se hinchan y pueden en algunos casos presionar las células, impidiendo que el cuerpo drene bien en algunos momentos donde por el mismo calor demanda sudar. Esto puede conllevar picor, inflamación, e incluso un pequeño sarpullido, no debemos alarmarnos. Tener en cuenta que si el pigmento alcanza estos estados, es una obviedad que nos estamos pasando de sol y calor, en el caso de no poder evitarlo, no hay que aplicar crema, pues sobre hidrataríamos una zona que quiere expulsar y no absorber más, lo mejor es aplicar frio, y evitar esas temperaturas.

En caso de dudas
consulta con tu tatuador de confianza
o con tu médico

El estudio

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